El sánscrito ha sido estudiado en la India desde hace milenios. Panini en el siglo IV a. de C. lo describió en una gramática en verso que todos los niños brahmanes llevan aprendiendo de memoria durante siglos, era la forma tradicional de estudiar en aquella época.
El sánscrito fue dado a conocer en Occidente por las publicaciones del orientalista políglota William Jones, que ejerció como juez en Calcuta en los últimos decenios del siglo XVIII. Fundó la Sociedad Asiática de Bengala y tradujo también muchas obras literarias de varias lenguas de la India.
El conocimiento del sánscrito produjo una revolución en la Lingüística occidental:
- Hizo posible demostrar la teoría de la familia indoeuropea de lenguas. Los datos de su vocabulario y morfología formaban parte esencial de la lingüística comparativa decimonónica, que fue clasificando en ramas toda las lenguas de la familia indoeuropea y reconstruyendo desde su forma arcaica hasta la actual cada una de ellas.
- Dio forma a los estudios científicos de la Fonología, que se basaron en la clasificación por rasgos fonéticos de los sonidos del sánscrito que estructuró Panini. La antigua ciencia milenaria de la India hizo brotar en Occidente una nueva rama de la Lingüística e hizo posible la comprensión de las estructuras y evoluciones de la articulación del lenguaje. Curiosamente Saussure fue un especialista en Fonología Indoeuropea que luego creó la teoría de la Lingüística Estructuralista, magno concepto de análisis que después fecundó todos los ámbitos de las Humanidades.
El sánscrito ha venido siendo estudiado desde entonces en las grandes universidades de Occidente. Formaba parte esencial de los estudios indoeuropeos y se utilizaba este conocimiento para explicar la evolución histórica del griego. Esta característica posibilitó que el interés por el sánscrito saliera del círculo de la erudición orientalista especializada para aparecer doquiera que se estudiara el griego: tanto en los Departamentos de Filología Clásica de Europa y América, como en los libros de texto de bachillerato. Aparecía tanto en las introducciones generales sobre el griego como en los estudios específicos de la asignatura de Indoeuropeo en Filología.
Las universidades han ido publicando manuales para el aprendizaje del sánscrito destinados siempre a estudiosos con conocimientos previos de griego. Esos manuales resultan por consiguiente bastante inaccesibles para los no especialistas, pues carecen de explicaciones de lo que resulta obvio para los filólogos y lingüistas.
Tan sólo recientemente han sido publicados manuales destinados a un público no especializado. Dos editoriales, Teach Yourself y Assimil, que crean libros de texto específicos para el estudio autodidacta sin pasar por la universidad, han publicado sendos manuales bastante diferentes entre sí. El de Assimil logra explicar mucho mejor el fenómeno del sandhi, la pesadilla que persigue a todo estudioso del sánscrito. Por eso he seleccionado el método de Assimil como libro de texto para nuestro curso de sánscrito: explica todo lo que debe explicar y familiariza con éxito al estudiante con el sandhi. ¡Qué diferente del antiguo método de Panini!
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